INTELIGENCIA EMOCIONAL VERSUS ESTOICISMO: GESTIONAR LAS EMOCIONES
¿Qué aprendemos de contrastar inteligencia emocional versus estoicismo? Vivimos en la sociedad de la innovación y la motivación. Y utilizar las herramientas del pasado no siempre despierta interés. Por eso, con el fin de captar la curiosidad de la mayoría, se cambia el nombre a conceptos del pasado.
En inteligencia emocional se nos habla de que todas las emociones tienen una función positiva. La ira nos ayuda a poner límites y la tristeza facilita el aislamiento, ayudándonos a conversar hacia el interior. Hacer esto es muy efectivo en momentos de pérdida y duelo.
El poder navegar dentro de una emoción (alegría, miedo, etc. ) sin perder el control es lo que actualmente se define como gestionar las emociones, con el fin de alcanzar el equilibrio.
INTELIGENCIA EMOCIONAL VERSUS ESTOICISMO: EMOCIONES DISRUPTIVAS Y CONSTRUCTIVAS
Este nuevo movimiento ya lo definieron los estoicos hace más de 2000 años, en el año 300 A.c . Definieron las emociones en disruptivas (miedo, tristeza, rabia) y constructivas (alegría, gratitud, esperanza, serenidad). El estoicismo era una filosofía de vida, en la que el hombre tenía que vivir conforme a su naturaleza. Implicaba reconocer que somos seres sociales, y, conforme a una ética basada en el comportamiento, tratar de mejorar la sociedad, la polis.
El estoico usaba la razón y gestionaba sus emociones, con el fin de mejorar cada día como persona. Y, por ende, mejorar la sociedad de la que era parte. “Si tú cambias, todo cambia” . ¿Te suena de algo? Nada que ver con el concepto que nos ha llegado de persona “estoica” como aquella que no manifiesta sus emociones.
INTELIGENCIA EMOCIONAL VERSUS ESTOICISMO: TÉCNICAS
Para esa mejora constante el estoico utilizaba varias técnicas:
- Autoprivación: Para agradecer y valorar lo que se tiene…”supe lo que tenía cuando lo había perdido”.
- Meditación: para conectarse con el presente y la naturaleza hoy.
- Elaboración de un diario: Realizaban un balance ético de la jornada, con el fin de mantener lo que funciona y causa felicidad. Y, a su vez, desactivar lo que no funciona y perjudica y buscar nuevas opciones con el fin de mejorar… “¿puedo hacer esto de otra manera?“. Realizaban una búsqueda constante de la excelencia con el fin de realizar una mayor aportación a la sociedad.
También encontramos excepciones de estoicos que se alejaban de cualquier estímulo incómodo. Como muchas personas actualmente, consideraban que sólo a través de las emociones positivas se podía encontrar la felicidad.
Estos estoicos se alejaban del entorno para evitar cualquier tipo de decepción o dolor. Creaban un aislamiento artificial al apartarse de las relaciones sociales y la política. Hablamos de la escuela de Epicuro, en la que sólo el placer (felicidad) era importante. Se desechaba cualquier acto que generara emociones negativas.
¿Seré epicurista, cuando niegue mi dolor o mi tristeza, y corone como única heredera de mi reino, a la alegría?
Si buscas más respuestas para conectar con tus emociones ,sólo tienes que echar una mirada a los grandes estoicos del pasado: Marco Aurelio, Séneca, Epiteto, Pablo de Tarso….
Bibliografía
Cómo ser estoico de Massimo Pigliucci
Meditaciones de Marco Aurelio