¿Cuántas veces te ha pasado que al volver a un lugar no es como lo recordabas? ¿Y cuántas que al hacer un viaje, tu destino te ha decepcionado o por el contrario es mucho más bonito de lo que imaginabas?
Situaciones así nos ocurren a diario. Nuestra imagen del mundo es una representación interna de la realidad que hemos recreado a través de nuestros sentidos, que en PNL serían las modalidades. Pero esta representación interna no es una réplica exacta del mundo exterior, sino que está teñida de nuestra emoción. Hacemos nuestra propia representación del mundo tanto para recordar imágenes como para crearlas. Y… ¿te imaginas tener un mando a distancia para modificar las características de esas imágenes a tu antojo? Estas serían las submodalidades, y si las cambiamos, cambiará la estructura de esa representación interna, con ella el estado con el que te enfrentas a un problema y por tanto los resultados. Al visitar cualquier recuerdo encontrarás que lo ves en color o en blanco y negro, la imagen está cerca o lejos, borrosa o nítida, se mueve o no, te ves en la imagen o estás fuera, tiene sonido, volumen o tono, te evoca algún olor o sabor, la sientes en tu cuerpo y la localizas con un tamaño, forma, peso, temperatura o textura concreta. Todos estos matices y todo lo que quieras descomponerlos serían las submodalidades. Te recomiendo el preámbulo de “Mis recuerdos” de Tagore, donde presenta las imágenes de sus recuerdos. (1)
Ahora bien, ¿para qué podemos necesitar cambiarlas? Para obtener resultados diferentes ante situaciones problemáticas. Y…. ¿cómo puedo modificarlas? Te propongo un sencillo ejercicio; busca un recuerdo agradable y déjate sentir en él. Identifica qué imagen te evoca y busca tantas submodalidades como quieras (color, distancia, tamaño, volumen, textura…). Sal de ese recuerdo y ve con tu imaginación a una situación problemática. Haz lo mismo, fíjate en los matices de esa imagen, y modifica aquellos que encuentres diferentes del primer recuerdo, igual tienes que darle color, bajarle volumen o subirle temperatura. Si al modificarlas cambia tu emoción, es porque habrás modificado las adecuadas y estarás en condiciones de obtener otros resultados. Si no, sigue probando con otras y seguro que finalmente lo consigues.
Te invito a llevar contigo tu mando a distancia, ¿Puedes imaginar cómo sería tu mundo?
Muy práctica la similitud con el mando a distancia, facilita mucho la comprensión. Gracias
Gracias a ti por tu interés.