Palabras nuevas como es “coaching” y palabras de toda la vida como “educación” se juntan para dar nuevos significados y contextos sociales.
Tanto las nuevas palabras como las de toda la vida pueden y de hecho creo yo que son interpretadas por cada persona de forma única. Si es cierto que algunas de ellas al llevar mas tiempo entre nosotros cuentan ya con un contexto interpretativo mas aunado. Esto no significa necesariamente que sea el correcto puesto que puede estar condicionado y por ello mismo es más difícil de reinterpretar, aunque sea necesario.
Esto es lo que ocurre con educación, quién puede evitar tener un juicio personal sobre esta palabra y sobre cómo interpreta “educación” dentro de su propio entorno personal, es decir, relacionado con la educación de sus hijos, compañeros, la propia sociedad. Coaching sin embargo habrá gente que todavía no sabrá definir, quizás les suene, aunque no sepan qué hay exactamente detrás de la palabra, aunque seguro que habrá bastantes personas que se lancen rápidamente a explicar qué es y qué opinión tienen del “coaching” y de todo los que le rodea. Darán un juicio positivo o negativo sobre el coaching.
Quizás ahora mismo tu estés también reflexionando sobre educación y coaching y sus definiciones. Al fin y al cabo, es inevitable pensar, lo importante es ser conscientes de que estamos pensando y cómo estamos pensando.
En mi opinión coaching y educación son palabras que se completan, el coaching es para mí una manera de educar. Creo que todos los seres humanos necesitamos de educación toda la vida, ello es necesario puesto que el mundo evoluciona y si alineamos educación con aprendizaje; si dejamos de aprender dejaremos de avanzar en las nuevas estructuras, tecnologías, sistemas sociales, …
A lo largo de la historia se han dado distintas tendencias en la educación, normalmente según las modas y según el liderazgo de distintas personas, ello ha generado escuelas y tendencias educativas diferentes.
El coaching en la educación aporta una forma diferente de aprender a través de las preguntas y la reflexión.
Una buena pregunta puede aportarte grandes y buenas respuestas que te hagan reflexionar sobre tu forma de actuar en la vida y te hagan replantearte estas acciones y por lo tanto reeducarte.
Evidentemente no serán las mismas preguntas según las edades, el estado vital de las personas o los objetivos que se persigan.
Siempre podríamos hacernos nosotros las preguntas, aunque a veces si la pregunta viene del exterior la respuesta sale mejor del interior.
Un aporte muy interesante. Muchas gracias por la información. Un cordial saludo.