¿Qué vínculo existe entre el coaching organizacional y la productividad? De la misma manera que nos alimentamos con una dieta variada, para ser productivos tenemos que combinar varios elementos: mente, cuerpo y entorno.
John Davis, en su libro “Dos Horas Impresionantes”, nos desglosa 5 estrategias a seguir para mejorar la productividad en relación al coaching organizacional:
COACHING ORGANIZACIONAL Y PRODUCTIVIDAD: APRENDER A ELEGIR Y DISTRIBUIR LA ENERGÍA
1.-Aprender a elegir conscientemente. ser capaces de reconocer cuando un “no” o un “sí”, es elegido voluntariamente. Este pequeño ejercicio de consciencia se hace más efectivo con el tiempo.
2.-Nuestra energía mental es limitada. Decidir qué hacer crea fatiga mental. Por eso es tan importante aprender a “focalizar/enfocarse”, con el fin de gestionar esa energía. Atendiendo a la teoría de Pareto, el 20% de nuestro trabajo genera el 80% de nuestros ingresos. Por eso es conveniente realizar las tareas más complicadas en el momento del día en que nuestra energía mental está más alta. Y ese momento suele coincidir con la primera hora de la mañana.
COACHING ORGANIZACIONAL Y PRODUCTIVIDAD: DISTRACCIONES, SALUD Y ENTORNO
3.-Las distracciones tienen una función positiva y son naturales. Cuando la mente divaga activamente, aumenta la resolución de problemas. Por eso es positivo ordenar u organizar en situaciones de bloqueo, y después volver a la actividad principal.
4.-Un cuerpo sano siempre es más productivo. Tras la realización del ejercicio físico nuestra mente funciona más rápida. E igualmente, la ingesta de determinados alimentos aumenta el nivel de efectividad de nuestro trabajo. Así, determinados carbohidratos (legumbres, cereales, arroz) aumentan la productividad de nuestro trabajo durante la primera hora de ingesta.
Y a su vez, determinadas grasas (frutos secos, aceite de oliva en crudo) llegan a reforzar la mente hasta tres horas. La hidratación es vital, ya que “sentirnos sedientos” implica que nuestro cerebro “necesita urgentemente agua”. Ya nos lo indicaron los clásicos: Mens sana in corpore sano.
5.-Entorno: Pequeños cambios sutiles en nuestro entorno, mejoran considerablemente nuestra eficiencia en el trabajo.
a.-Trabajar con música es positivo si el trabajo es manual. También facilita el trabajo si se utiliza como filtro ante un “barullo exterior”, siendo la más apropiada la música clásica. Esto se debe a que la letra de las canciones nos lleva a divagar sin control. Si queremos conseguir una concentración total, lo ideal, si tenemos oportunidad de trabajar en silencio, es hacerlo sin música.
b.-La luz blanca y blanca azulada mejora considerablemente el rendimiento de nuestro trabajo.
c.-Orden. Una mesa ordenada y limpia nos da equilibrio y control. Y la posibilidad de movernos en nuestro entorno facilita la proliferación de pensamientos.
A veces, sólo basta un pequeño cambio en nuestra rutina, una pequeña remodelación en nuestros pensamientos….
Bibliografía: John Davis “Dos Horas Impresionantes”.
Totalmente de acuerdo con el tema del horario, alimentación, ejercicio físico…..
Por ejemplo, yo no sé si por el tipo de piso, pocos metros… Desde la tercera semana de confinamiento, tener que organizar tus días en 4 paredes aunque sea con la misma rutina que hacíamos antes, pero no se porque te vas agotando y al final lías la hora de ver una peli, con al del deporte o con alguien que te llama, piensas que el día es tremendamente largo y, la pereza te va comiendo terreno.
Un saludo Yolanda