Si quieres mantener una relación sana y positiva con tu hijo, educa en familia las emociones. La inteligencia emocional creará, sin duda, un ambiente familiar relajado, lleno de confianza y sinceridad.
Educar en familia las emociones te proporcionará ver crecer a tu hijo con seguridad en sí mismo. Adquirirá una visión realista de la vida y un alto grado de inteligencia emocional. Algo que, sin duda, le ayudará a lo largo de su trayectoria vital.
INTELIGENCIA EMOCIONAL: LA IMPORTANCIA DE EDUCAR LAS EMOCIONES
Una educación emocional en edades tempranas será la base para que nuestros hijos adquieran habilidades y herramientas de gestión emocional. Y este es un autoconocimiento que se llevarán para el resto de su vida.
Las emociones son impulsos que nos llevan a actuar y nos marcan nuestra relación con el mundo. Con los demás, con lo que nos rodea y, por supuesto, con nosotros mismos.
Saber gestionarlas nos proporcionará una nueva manera de ver la realidad. Podremos integrar y sustituir nuestros pensamientos incómodos por razonamientos y sensaciones nuevas. Que, a su vez, nos generarán sentimientos más agradables y nos llevarán a actuar de un modo diferente.
Nuestra labor como padres, por tanto, será la de acompañarles a manejar sus estados emocionales. A hacerles reflexionar sobre cómo se sienten en una determinada circunstancia… y el porqué de su reacción.
INTELIGENCIA EMOCIONAL: APRENDER A GESTIONR LAS EMOCIONES COMO PADRES
Para enseñar a nuestros hijos acerca de las emociones, lo primero que debemos hacer es ser un espejo para ellos, un modelo a seguir. Por lo tanto, nuestro modo de actuar frente a ciertas circunstancias tiene que ser coherente con nuestro sentir emocional.
Si nuestro hijo nos observa mientras estamos alterados cuando volvemos del trabajo y nos pregunta ¿estás enfadado/a? no hay que enmascarar nuestra emoción respondiendo con un «no». Negar las emociones ante los demás lo único que provoca es confusión, en este caso a nuestro hijo ya que lo que ve no corresponderá con nuestras palabras, creando una sensación de inseguridad en él.
Educar en familia las emociones es ser honesto con nuestro sentir, comprenderlo, aceptarlo y compartirlo en el ámbito familiar. De este modo, el niño imitará ese comportamiento siendo capaz de dar una explicación a una acción determinada causada por una emoción concreta.
INTELIGENCIA EMOCIONAL: ALGUNAS IDEAS PARA TRABAJAR LAS EMOCIONES
- Abrazar la emoción del niño sin restarle importancia. De este modo se verá comprendido y su reacción ante nosotros no será la de cerrazón.
- No juzgar la emoción de tu hijo. Hazle sentir que está siendo comprendido. Iniciar la conversación, por ejemplo, con «ENTIENDO QUE…»
- Preguntarle de un modo sencillo y sin presión sobre lo sucedido, y cómo se sentía en ese momento.
- Escucha a tu hijo. En ocasiones no sólo necesitan consejos, sino también sentir que son escuchados y comprendidos.
Te invito a que inicies este camino hacia la educación emocional en la familia. Como padre o madre, aprenderás a comunicarte con tu hijo desde su sentir. Establecerás una relación sana y honesta, que servirá de guía a tu hijo para que crezca como una persona empática. Una persona capaz de comprender sus propias emociones y la de los demás.