¿Para qué sirve la inteligencia emocional? La utilidad de la inteligencia emocional (IE) es como la de un GPS. Cuando has mirado un mapa, ¿En qué has puesto tu atención?, ¿en el punto de llegada?, ¿En el punto de origen?, ¿En el camino?, ¿En diferentes opciones de transporte?
Daniel Goleman, en su bestseller Inteligencia Emocional presenta la IE como una capacidad que puede ser aprendida y establece cinco competencias fundamentales para conseguir su pleno desarrollo: reconocimiento de las propias emociones, regulación de las emociones, reconocimiento de las emociones ajenas, establecimiento de relaciones y automotivación.
Siguiendo con el ejemplo anterior, si analizamos las variantes de la IE y del GPS, son muy parecidas. Las emociones nos indican distintas necesidades que debemos observar para llegar a nuestro estado natural.
En primer lugar para desarrollar la IE debemos reconocer que emoción estamos viviendo, conocer el origen, la ubicación actual. Después, ¿a dónde queremos ir? Ir a nuestro estado natural, a nuestra esencia, sería lo primordial. Así que, ¿qué camino buscaremos? Por lo general preferimos encontrar el camino más rápido.
Por ejemplo el caso de la emoción de la ira, se activa el GPS -¡Pi!-. La ira es una emoción que indica que se ha sobrepasado un límite, la ruta más corta y sin tráfico para llegar al destino deseado será cubrir la necesidad que requiere; en consecuencia necesitaremos reponerlo. En este punto pueden activarse diferentes direcciones. Dependiendo de nuestra personalidad, nuestra facilidad para relacionarnos y expresarnos, además de la automotivación, la duración y el camino de este trayecto variarán.
¿Cómo se puede desarrollar la inteligencia emocional?
Hay ejercicios que puedes introducir en tu rutina para desarrollarla.
- Escribir un diario emocional, este ejercicio te ayudará a identificar y poner palabras a lo que sientes. Desarrolla el reconocimiento de las emociones.
- Identificar las necesidades asociadas a la emoción, este ejercicio de toma de conciencia beneficiará la gestión de las emociones.
- Trabajar la asertividad, este ejercicio desarrollará tu habilidad de empatizar y comunicarte con los demás.
- Cultivar la automotivación, conocer tus valores y tenerlos presentes te ayudará a poner una dirección y dar fuerza a las cosas que son importantes para ti, y apartar las que no.
Es fundamental realizar ejercicios de toma de conciencia, cuando te desvías de tu estado natural, y conocer qué te sucede. Cuando suceda algo que te evoca una emoción, tómate unos momentos para identificar la mejor ruta para ti, empezando por ese punto de origen y estableciendo el mejor punto de destino.
Muy buen aporte. Gracias por compartirlo.
Gracias.